miércoles, 3 de octubre de 2012

José Luis Manzano Agudo (segunda parte)

(continuación...)

En 1987 rodará su última película, La estanquera de Vallecas. Vuelve a ser un éxito y posiblemente es la más recordada de este género, en parte por su carácter de comedia de sobremesa. Nuevamente José Luis se luce en el papel, aunque físicamente ya se le ve algo desmejorado. El argumento consiste en el intento de atraco por parte de un albañil en paro y un macarrilla a un estanco con una dueña de órdago, en el que por supuesto nada sale como debiera. Es una película entretenida y con puntos muy divertidos, aunque entra en la clasificación de "drama". Es bastante castiza también. Trabajan en esta película Emma Penella, Fernando Guillén, José Luis Gómez y una jovencísima Maribel Verdú, que dicho sea de paso, junto con Enrique San Francisco, son los supervivientes que quedan de los actores del género quinqui (si bien Enrique podría decirse que estuvo a punto de no contarlo tampoco).


Tras esta película, la vida personal de Manzano se desmorona. Eloy se ve obligado a dejar el mundo del cine, completamente superado por su adicción a la heroína, hasta el punto de perder la relación con todos sus conocidos y huir de Madrid, abandonando a José Luis en Madrid. José Luis Fernandez Pirri es encontrado muerto en un descampado en la primavera 1988. Él mismo está tan enganchado que su matrimonio con una joven que conoce durante el rodaje de La Estanquera de Vallecas apenas dura unos meses.

Se suma a su desgracia la campaña de "limpieza" que se siguió en los medios de comunicación estatales y que denunciaron importantes profesionales como Gonzalo Goicoechea: [...] en PRISA aplican sin piedad una política no escrita y que negarán – no es zorro el [Juan Luis] Cebrián-: nadie que haya tenido problemas con las drogas puede ser contratado bajo ningún concepto [en ningún medio de comunicación dependiente del Grupo Prisa]. Debe referirse la norma a los exheroinómanos, dada la cantidad de cocainómanos y alcohólicos que trabajan para LA MÁS PODEROSA. Son notorios los rumores y denuncias acerca las relaciones entre las instituciones públicas y el tráfico de heroína (se acusa al gobierno y a la policía de utilizar la droga como elemento de control de masas, especialmente de las bandas de jóvenes delincuentes que proliferan como setas), y el gobierno, que en esta época todavía subvenciona el cine y la televisíón, se esfuerza por retirar de la vista todo y a todos los que supusieran una vinculación o nos hicieran recordar el pasado, deprisa y en silencio.

Así pues, José Luis, terriblemente adicto a la heroína, sin su padrino Eloy y sin nadie que le ofreciera una posibilidad para seguir trabajando en el cine o la televisión, lo perdió todo y pasó, literalmente, a dormir en la calle y mendigar. A partir de este momento, la vida le da muy poquitas oportunidades, y por desgracia fue totalmente incapaz de salvarse de sí mismo. Un cura de Getafe llamado Pedro Cid lo reconoce en la calle y lo introduce en un programa de ayuda a drogodependientes. Ramón Colom le consigue un trabajo de becario en la productora Spinto TV. Con este apoyo, durante 1990, José Luis se recupera notablemente de su adicción a la heroína, aunque la cocaína, fruto del speedball en el que entraban muchos heroinómanos, se convierte en su nueva pesadilla. También está psicológicamente hundido, consecuencia natural de la deshabituación: su cerebro ya no produce los químicos que nos producen alegría.

En junio de 1991 José Luis busca un camello que le pueda pasar algo de cocaína. Encuentra a otro drogadicto que le ofrece llevarle, pero en el camino éste individuo atraca a un peatón, que resulta ser además guarda jurado. José Luis no se implica en el suceso, hecho reconocido tanto por la víctima como por la policía, pero a pesar de esto y de no tener antecedentes, recibe un castigo ejemplar y es condenado a 18 meses de cárcel, primero en Carabanchel y después en régimen abierto en Yeserías. Este fue el mazazo definitivo para el frágil estado mental y la vida de Manzano. En la cárcel, conviviendo con un enorme número de drogadictos, vuelve a caer en la heroína, y esta vez ya no conseguirá superarlo.

A punto de salir de prisión, concede una tristísima entrevista a Interviú pidiendo a todos aquellos que estuvieron a su lado cuando era un actor de éxito, que le den una oportunidad para volver a trabajar, para volver al cine. Pero nadie se la dio. En enero de 1992 sale de la cárcel y entra en un sanatorio de Móstoles para tratar de desintoxicarse de nuevo, con el único apoyo de su madre, Pedro Cid y el periodista que lo entrevistó en la cárcel. Sin embargo no consigue adaptarse al estricto régimen y a la soledad del centro, y llama desesperado a Pedro Cid para que lo recoja. Cuando el cura ve el mensaje, horas más tarde, llama a la clínica, donde le informan de que José Luis ha abandonado el centro.




Manzano se refugia en uno de los pisos propiedad de Eloy de la Iglesia en Madrid, en la calle Rafael del Riego. Es allí donde el mismo director lo encuentra, el 20 de febrero de 1992, sentado todavía con una jeringuilla clavada en la rodilla. José Luis tenía entonces 29 años. Eloy, horrorizado y fuera de sí, avisa a la portera para que llamen a una ambulancia y huye del lugar escondiéndose en casa de un amigo hasta que es reclamado por la policía. Dos días después Manzano fue enterrado en Madrid. Los servicios sociales se hicieron cargo de la sepultura. En 2002, por impago de la renovación, sus restos fueron incinerados y depositados en la fosa común.

Y así, José Luis Manzano Agudo fue definitivamente arrojado al olvido.

José Luis Manzano y su padrino Eloy de la Iglesia, en casa de éste, justo antes del estreno de su primera película (y su primer éxito): Navajeros.
Las personas que lo conocieron afirman que pese a sus problemas, era un hombre sencillo, humilde y de buen corazón. La verdad es que su cara es de buena persona. Así es como quiero recordarlo yo: joven, cándido, ilusionado planeando el futuro, estrenando proyectos, y todavía libre de la esclavitud de la droga.

Gracias, José Luis.

11 comentarios:

  1. bonito recordatorio de jose luis manzano....

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    1. ayer hizo 21 años que murio, el 20 de febrero de 1992, nunca te olvidaremos amigo mio.

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  2. Que pena me ha dado el final...era un buen hombre y un actor estupendo.

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  3. Muy buen trabajo virginia,gracias por la información... una pena que todos estos grandes actores ya no estén con nosotros! me encantan sus peliculas

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    1. Gracias a ti por pasarte y comentar! ;) Una pena, sí, eran grandes!!

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    2. De pequeño vi sus peliculas y me gustaron mucho, un abrazo aya donde estes.

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  4. Manzano.enormeeee muy buen trabajo.virginia :):):) la.verdad como.la.droga puede yebarse a toda persona buena q se a yebao desde aqi un fuerte abrazo y animar a esas familias q por culpa de esa mierda llamada droga an.perdido a algien.qerido

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  5. Manzano gran actor ,que pena la maldita droga y esos tiempos.Respecto a eloy sin comentarios.

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  6. Manzano gran actor,que pena y respecto al.director eloy sin comentarios

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  7. Gracias a Virginia que ha hecho un buen trabajo. Muy buen artículo, la verdad. Yo me acuerdo de cuando hubo la embestida del peatón por los rumores que se oían (en aquella epoca vivía en Barcelona). Siendo el Manzano muy famoso los rumores estaban centrados en su persona (Manzano culpable... Manzano inocente... ¡Vaya vaya!... ¡Joder con el Manzano! ..¿Pero que ha pasao? ...y cosas de eso). Pero los rumores son rumores y la verdad es otra cosa. Quien sabe? Y todo eso pasó en Madrid, no en Barcelona. Lo que tengo bien claro es que las consecuencias fueron un palo terrible para el pobre José Luis, que ya lo tenía todo bastante difícil con las drogas, la calle y todo el rollo... Le tocó Carabanchel, pero no como actor sino como preso... Y por fin la jeringuilla - la chuta - lo mató. Un destino común para la mayoría de los "perros callejeros" de entonces. Yo soy de 68 y todavía en vida... he dejado de pincharme pero no me lo paso muy bien (Luna, luna, luna, que ya siento sus caballos... El jinete se acercaba tocando el tambor del llano...).
    Tambien me acuerdo de que unos familiares del José Luis abrieron una peluquería en Barcelona - PELUQUERIA QUINQUI - si no me equivoco en la calle Santa Ana, a lado de la Rambla. El resultado fué que tuvieron que serrarla después de unos cuantos atracos de los quinquis de Barcelona... jajaja. Me río pero solo por nostalgia a la juventud... espero que me disculpen...

    Pues me acuerdo de la Placita Vincent Martorell... allí delante estaba situado el Cine Flores (los dueños del cine eran los familiares de Antonio y Rosario) y en la placita solían pasar el rato los calé.
    En definitiva un mundo con lo cual he tenido contactos pero que no me pertenece porqué nací años después, no soy español, solo me pinchaba de vez en cuando etc.
    Salu2.

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  8. Hay un buen libro que habla de la vida de Jose Luís Manzano; se llama Lejos de aquí; autor: Eduardo Fuembuena.
    Gracias por el blog.

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